sábado, 5 de marzo de 2011

El amor


Antes de hablar y dar datos sobre el amor humano, habría que decir qué es (o qué aparenta ser). Se puede definir de muchas maneras; como sinónimo de amistad, por ejemplo. En esta entrada me referiré a él como unos grandes deseos emocionales positivos y sexuales y una atracción irresistible hacia otra persona. Es un significado aplicable tanto al amor humano homosexual como al heterosexual, e inaplicable a seres no humanos, sean animales o deidades.

La biología nos dice que el amor es un medio para obtener un fin, que es la reproducción y la perpetuación de la especie.  Esta afirmación se puede poner en duda con los comportamientos homosexuales observados en diferentes animales; hay una hipótesis para estos comportamientos, que es que se hacen únicamente para aumentar los lazos afectivos dentro de una comunidad, siendo por tanto una manera más de amistad. Particularmente, apoyándome en pruebas, la considero errónea, pues muchas parejas de animales homosexuales, pingüinos por ejemplo, poseen una relación duradera, incluso eterna, que les lleva a rechazar copular con féminas de su especie.

La otra área científica interesante y primordial sobre el amor es la neurociencia. Nos dice que, en los humanos, se crea en el cerebro, mediante sustancias químicas que se liberan y nos producen una sensación parecida a la de las drogas (tanto en esto como en que crea adicción). También nos explica que tiene una duración limitada (no se sabe con certeza cuántos años, pero se estima que como máximo son unos 5 ó 6).  A partir de esto, podemos concluir que el amor es un impulso natural e inconsciente, independiente del raciocinio.

Los puntos de vista desde los que más se hablan del amor son el humanístico y el de la psicología. Sin entrar en complicaciones, diré que el primero lo define como uno de los muchos medios para obtener felicidad y bienestar. El segundo, tiene una curiosa e importante teoría, la teoría triangular del amor, que explica que está compuesto por tres elementos: la intimidad (que promueve el acercamiento, el vínculo y la conexión), la pasión (estado de intenso deseo de unión con el otro, expresión de deseos y necesidades) y la decisión y el compromiso  (decisión de amar a otra persona y compromiso por mantener ese amor).


Visto esto, puedo decir que el amor humano, tal como lo entendemos la mayoría en los países civilizados,  es una gran hipocresía, exaltada por la sociedad. Las pruebas y el razonamiento son los siguientes: los grandes deseos emocionales y la atracción hacia otra persona duran un tiempo limitado y tienden a volver a aparecer, pero hacia una persona diferente  (neurociencia); es decir, que la pasión de la teoría triangular desaparece inevitablemente, pasando el amor a ser lo que conocemos como amistad. La reaparición del amor hacia alguien diferente suele tener dos variantes: a) surgen los celos, que acaban destrozando el matrimonio o la pareja; o b) se reprime el sentimiento, manteniéndose la hipocresía e impidiendo que se alcance una mayor felicidad y bienestar (psicología).

No estoy de acuerdo totalmente en cómo se refiere la biología al amor (ya expliqué por qué), así que no la incluyo como apoyo o prueba de mi razonamiento. 


Fuentes


2 comentarios:

  1. Jajaja, por eso no me voy a casar: si ni siquiera sé cómo me voy a sentir mañana ¿cómo puedo prometer cómo me voy a sentir por el resto de mi vida? Eso por no mencionar la sandez de hacer que una autoridad me una con alguien más. Basta con nuestras dos voluntades que podrán cambiar de parecer cuando a bien tengamos.

    Un saludo,

    -D

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  2. Y tengo muy claro que no voy a unirme a nadie ni con dinero ni con una papelito. Sí se quiere a alguien no hay que demostrarlo de esa forma.
    Bueno, que me ha gustado la reflexión y estoy bastante de acuerdo con ella.

    Saludos.

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